Ajenatón
o Amenhotep fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto, y reinó entre
los años 1353 a 1338 a.C. Su nombre,
Ajenatón significaba Amón está satisfecho, como modo de culto al dios más
venerado en aquellos tiempos. Como único descendiente directo del Rey Amenhotep
III, Ajenatón obtuvo el título de corregente del rey en los últimos años del reinado de su padre. Esto
significaba, que a la muerte de éste, su hijo subiría al trono, y sería el
nuevo Faraón de Egipto. Se sostiene que los primeros cinco años del reinado de este singular
Faraón transcurrieron con normalidad,
sin haber muestras relevantes de algún cambio drástico en la religión o en las
normas del estado. El gran cambio se estaba preparando y no estaba siendo
fomentado solo por Ajenatón, sino también por el incansable apoyo de su
legendaria mujer, Nefertiti. En aquellos tiempos, el culto al dios Amón era
privilegiado por sobre todo el resto de los dioses, y el Faraón de turno era
considerado una divinidad más. Pero Ajenatón creó una religión basada en un
dios perteneciente a la mitología egipcia llamado Atón, dios solar, venerándolo
solo a éste, y representándolo como dios de todas las cosas, olvidando el resto
de los dioses mitológicos existentes y rompiendo relaciones y privilegios con
el clero de Amón. El Faraón cambió su nombre por el que actualmente conocemos
como Akhenatón, que significa Atón está satisfecho, y se autoproclamó como
único intermediario entre el dios Atón y el pueblo
El
símbolo del culto familiar se consideró sagrado, mostrando en numerosas
pinturas la imagen de Akhenatón con su
bella mujer Nefertiti adorando al círculo solar Atón junto con sus hijas,
convirtiéndose en un icono de adoración de la nueva cultura oficial
Es
sabido que la religión y la cultura egipcia se basaban en un politeísmo
absoluto. Nombres de divinidades como Osiris, Amón, Horus, entre muchos otras,
eran más que veneradas en aquellos tiempos, siendo parte de una cultura que
todos los egipcios respetaban. Esta concepción se sostuvo firme durante casi
tres mil años,
hasta la llegada del cristianismo. Diversos egiptólogos han podido afirmar que según los diferentes períodos de reinado y necesidades, se
veneraba a un dios por encima del resto de los dioses, pero sin olvidar el
resto como dioses existentes y cumplidores de favores pedidos por el pueblo
De
todas formas, esta religión no tuvo gran trascendencia ni peso en el resto de
los egipcios, dado que existen pruebas de que estos continuaban venerando a los
dioses menores, de la agricultura, la siembra, el clima, a expensas del culto
impuesto por el estado. Dado a la falta de documentación de aquellos tiempos,
es muy difícil poder determinar en qué momento terminó el reinado de Akhenatón
y cuándo se desvaneció el monoteísmo por completo. Las evidencias muestran que
a partir del decimoséptimo año de reinado del Faraón, no se encuentran nuevas
construcciones que evidencien la continuidad de su reinado, de modo que se cree
que éste murió en aquellos años. Tampoco se sabe mucho de su mujer, Nefertiti,
la cual se cree que murió antes que su marido, en el decimocuarto año de
reinado.
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