El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia,
que se desarrolla de forma progresiva entre los años 1730 y 1760
aproximadamente.
El Rococó es definido como un arte individualista,
antiformalista y cortesano. Se caracteriza por el gusto por los colores
luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza,
la mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y
especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano,
sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones
humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y
sensual
En cuanto a características, el rococó es al barroco lo
que el manierismo fue al renacimiento: de la misma manera, enfatiza sus
características, de la misma manera también se integra a los paisajes,
aprovecha los reflejos en agua y espejos, favorece la ilusión que no permite
definir límites claros entre las partes o entre el sueño y la realidad.
La palabra rococo es una combinación de
"rocaille" (piedritas) y "coquille" (concha), elementos en
los cuales se inspiran los primeros diseños. Lo que llama la atención de los
creadores es la forma irregular de los elementos naturales como las conchas,
las piedras marinas y las formas vegetales.
Lo importante es la decoración, completamente libre y
asimétrica, con líneas irregulares, onduladas, curvas y contracurvas asociadas
en ritmos ligeros. Esta decoración incluye estucos y rejas forjadas. Este aspecto
hace del Rococó un arte íntimo, más de interior que de exterior.
Respecto a la escultura, el estilo provoca en España la
aparición de ciertos rasgos que se incorporan al vocabulario básico del
Barroco, pero que no llegan a modificarlo. Entre ellos, una mayor dulzura e
intimismo en la interpretación de los temas y un mayor aprecio por lo
pintoresco y por los detalles más triviales.
En cuanto a la pintura, son escasos los artistas
españoles cuyo estilo puede calificarse como propiamente rococó. Destacan Luis
Meléndez y Luis Paret.
Luis Paret y Alcázar (1746-1799) pintó escenas galantes y
cuadros costumbristas de carácter amable, con tonalidades brillantes de gran
efecto decorativo que lo convierten en el representante más importante de la
pintura rococó en española.
Entre sus pinturas destacan El baile de las máscaras, Las
Parejas Reales o Fiesta en el Jardín Botánico. Para Carlos III también realizó
una serie de vistas de puertos y marinas del Cantábrico.
En El salvador el
jardín elegido que contiene elementos del arte rococó, son los jardines
exteriores del Centro Comercial Multiplaza.
Los orígenes del
arte rococó en los jardines se remontan al siglo XVIII, antes de la revolución
francesa, y era un arte individualista, con colores luminosos, realista y su
fin último es reflejar lo agradable a los sentidos. Fueron jardines esencialmente diseñados para
la contemplación, esto explica la laboriosidad en la creación y mantenimiento
de los jardines así como la atención a los detalles.
El arte rococó sigue formas libres, algunas veces en
forma de la letra S, y esto es precisamente lo que refleja, nótese la
distribución ondulada de las palmeras.
Otra escultura que podemos mencionar son estatuas que están
en las casas a veces adornando en una postura no tan agradable como por ejemplo
esta un niño orinando y está totalmente desnudo es claramente una escultura
estilo rococó
No hay comentarios:
Publicar un comentario